Expertos del Panel UC se dividen ante la posibilidad de suspender eventos masivos por calor extremo
La profesora Magdalena Gil advierte que hay unas 40 actividades en la agenda santiaguina autorizadas por los Delegados Presidenciales, varias de las cuales “podrían ocurrir en un día de 36° o 38°”, sostiene.
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Dispares resultados entregó la consulta de enero del panel de políticas públicas de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, la cual abordó el impacto del calor extremo en eventos públicos masivos y la posibilidad de que las autoridades puedan suspender dichas actividades por el resguardo de la salud de las personas.
Ante la afirmación “los Delegados Presidenciales debieran suspender eventos públicos masivos al aire libre en días de calor extremo”, un 32% se mostró de acuerdo, un 32% se manifestó neutral y un 20% en desacuerdo.
Los resultados de la medición -realizada en alianza con Tele13 Radio y Diario Financiero- reúne las respuestas de 25 profesionales entre economistas y no economistas de distintas sensibilidades políticas.
“En la medida que alcanzamos umbrales máximos es preocupante saber cómo el calor afecta los cuerpos, la salud, la mente, el comportamiento de la personas y hacer bien su trabajo”. Magdalena Gil
En una escala de 1 a 5, el grado de acuerdo promedió 3,3 entre las mujeres y 3,1 entre hombres; mientras que en los mayores fue de 3,4 y de 2,8 en los menores.
La profesora asistente de la Escuela de Gobierno UC e investigadora asociada al Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), Magdalena Gil, señala que no le sorprende que el porcentaje de respuestas neutrales sea el más alto que haya existido para una consulta del Panel UC. Esto lo atribuye a que hay bastantes respuestas que dejan entrever que “no han pensado el tema lo suficiente como para manifestar una opinión, eso es esperable, porque son temas emergentes”, que poco a poco van a ir tomando relevancia.
“El tema del medioambiente es cada vez más central en las políticas públicas”, destaca.
La académica explica que la consulta surgió debido a que vieron que en Santiago entre diciembre y marzo hay 40 eventos masivos al aire libre que son autorizados por los Delegados Presidenciales y “varios de esos eventos podrían ocurrir en un día de 36 o 38 grados ¿La pregunta es si debería ser el calor un factor para esa autorización?”.
Gil sostiene que está comprobado en datos de otros países que aumentan los accidentes laborales o baja la productividad en los días de calor extremo en lugares en que no existen medidas de mitigación como aire acondicionado.
Claudio Seebach, decano de ingeniería UAI.
“La adaptación climática debe ser promovida con bienes públicos (...), y proveer espacios de acogida para personas vulnerables al calor, además de educación, pero no mediante prohibiciones”.
Susana Claro, directora Enseña Chile.
“ Exigir medidas de precaución y evitar horas de mayor calor”.
Sebastián Soto, profesor facultad derecho UC.
“El ejercicio del derecho de reunión solo debiera estar sometido a restricciones muy específicas que eviten ofrecer espacios ambiguos a la autoridad para prohibir reuniones incómodas”.
Alessia Injoque, expresidenta Fundación Iguales.
“Debería ser un análisis específico según el evento, su nivel de riesgo, las características del permiso, las medidas de mitigación que se pueden tomar, etc”.
Ignacio Irarrázaval, director centro de Politicas Públicas UC.
“Por favor, no tanta sobreprotección. Somos adultos..!!!”.
Las consideraciones
Hasta hace poco, señala que las máximas de temperaturas en Chile no eran tan altas como para que uno se inquietara que pudieran afectar la salud, “pero a medida que alcanzamos esos umbrales es preocupante saber cómo el calor va a afectar los cuerpos, la salud y la mente, el comportamiento de la personas y hacer bien su trabajo”.
Todo se relaciona con el cambio climático y otros factores a tener en cuenta al momento de autorizar eventos al aire libre. “El calor afecta más donde hay menos árboles, menos áreas verdes que ayuden a mitigar el impacto de las altas temperaturas”, advierte junto con destacar que “Chile tiene una fortaleza: tenemos agua potable en todo el territorio”.
De hecho, Gil precisa que en el 95% o 98% de las casas hay disponibilidad, lo que ve como “una ventaja enorme, porque la manera de protegernos es tomar agua (...) y es agua que no te va a enfermar” a diferencia de si la tomas en otros países.
En su opinión, en Chile está empezando a haber una consciencia del riesgo del calor y, “desde hace unos años, la gente ya no piensa en el calor solo como diversión”, hay que tener autocuidado y educarnos. “Lo que ha pasado en otros países es que -por ejemplo- no hay maratones en verano, pero en Chile sí tenemos”, expone. Y, al respecto, acota que “no se trata de cancelar eventos, pero hay que considerar el criterio del calor a la hora de determinados eventos y evitarlos en ciertos meses o trasladarlos a lugares techados o con áreas verdes” para evitar peligro a la salud.